miércoles, 30 de enero de 2013

Indigestión

A veces tenemos experiencias que nos confirman que las emociones y los alimentos van muy unidos.
Ayer estaba muy nerviosa por un problema personal y entonces me empezaron a entrar unas ganas tremendas de comer galletas.

Yo hace mucho tiempo que no como galletas, si acaso una en ocasiones especiales pero nunca un paquete entero de 300 gramos de galletas.
Pues sí, un rico paquete de galletas ecológicas y con melaza de arroz y almendras me comí ayer hacia las ocho y media de la tarde, en plena ansiedad me supieron a gloria y me las comí una detrás de otra.

Por supuesto las galletas no aliviaron mi nerviosismo y me costaron un monumental empacho que me ha tenido toda la noche sin dormir y al dia siguiente he estado todo el dia floja, cansada, sin animo y con poco apetito.


No hay comentarios:

Publicar un comentario